La rutina de maquillaje varía según las preferencias de cada persona, pero en general suele incluir los siguientes pasos:
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Limpieza: Es importante limpiar bien la piel antes de aplicar cualquier maquillaje para evitar la acumulación de impurezas y garantizar una aplicación uniforme.
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Hidratación: Aplicar una crema hidratante ayudará a preparar la piel para recibir el maquillaje y a mantenerla hidratada.
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Corrector: Se aplica en las áreas con ojeras o manchas para cubrirlas.
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Base: Se aplica en todo el rostro para unificar el tono y cubrir las imperfecciones.
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Polvo: Se aplica para fijar la base y controlar el brillo.
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Rubor: Se aplica en las mejillas para dar un efecto de color natural.
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Delineador de ojos: Se aplica en el borde superior e inferior de los ojos para dar forma y definir la mirada.
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Máscara de pestañas: Se aplica para alargar y dar volumen a las pestañas.
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Labios: Se aplica un labial o gloss para dar color y brillo a los labios.
Es importante recordar que menos es más y no sobrecargar la piel con maquillaje, además de limpiar y desmaquillar la piel antes de dormir.