Conseguir un rizo bonito y definido puede resultar complicado si no se conocen las peculiaridades de este tipo de cabello y las técnicas disponibles para hacerlo
Al igual que muchas mujeres con el cabello liso deben pasar a diario (o a menudo) por un ritual de alisado o acondicionado de la melena para que les quede bonita, los cabellos rizados no están exentos de este tipo de cuidados.
Y es que conseguir un rizo bonito y definido puede resultar complicado si no se conocen las peculiaridades de este tipo de cabello y las técnicas disponibles para hacerlo.
Cómo cuidar un pelo rizado
De hecho, los cabellos más ensortijados, si bien nos resultan magnéticos y en muchos casos exóticos (qué mujer con el pelo liso no ha querido lucir un día una melena afro) suelen sufrir cierta sequedad debido precisamente a la arquitectura de sus fibras. Esta forma de espiral impide que los aceites naturales del pelo lleguen a todo el cabello. Por eso, una de las recomendaciones más comunes a la hora de cuidar melenas rizadas es prescindir de los champús con sulfatos, que tienden a resecar más el cabello.
Asimismo, si tenemos el pelo rizado, es aconsejable evitar utilizar productos para el cabello que contengan ingredientes como los parabenos, las siliconas o el alcohol denat. La razón es que estos compuestos dejan residuos en el cabello que solo se retiran con sulfatos (enemigos de la hidratación) y hacen que el pelo quede apelmazado.
Y el rizo no esté definido.
En general, el cepillado en seco no es aconsejable en este tipo de melenas, sobre todo entre lavados. Sin embargo, puede ocurrir que en algunos casos el desenredado tras la ducha sea más seguro en seco porque con la humedad se parte el cabello. Si es el caso, lo mejor es desenredar en seco con ayuda de algún acondicionador sin aclarado para suavizar y evitar deteriorar la fibra. Los peines con púas anchas son los más indicados para los rizos, si bien también podemos recurrir al desenredado a mano (sin peine) para que el desenredado resulte más suave.
Lo mejor al salir de la ducha es optar por toallas de microfibra para eliminar el exceso de humedad y siempre evitar enrollar la melena en la toalla para que se vaya secando, ya que esto repercutirá negativamente en el acabado del rizo.
A la hora de secar una melena rizada, si bien muchas prefieren hacerlo al aire, la opción más saludable será con el secador a la temperatura más baja posible (con difusor, si se prefiere). Así evitaremos en gran medida el encrespamiento y favoreceremos su definición. Además, al no abusar del calor estaremos protegiendo la fibra capilar y evitaremos que se deshidrate. De hecho, secar el pelo de esta manera (sobre todo, a una cierta distancia de las raíces) previene problemas de caída y debilitamiento del cabello.